Promotor de marca

¿Ha oído alguna vez que un buen profesor no es siempre el que tiene la mayor información, sino el que sabe conectar con sus alumnos para impartir esos conocimientos? En el mundo de las ventas comerciales ocurre algo parecido. Una empresa puede desarrollar y fabricar un gran producto, pero sus posibilidades de éxito se verán considerablemente reducidas si no cuenta con un plan de marketing eficaz y una fuerza de ventas fuerte.

Por ello, la mayoría de los ejecutivos de las empresas están siempre a la búsqueda de expertos con las habilidades personales necesarias para aumentar el volumen de ventas.


¿Qué es un promotor?

A la hora de captar nuevos consumidores y mantener a los clientes existentes, un representante de ventas refleja la imagen de la compañía. El objetivo principal de un promotor de marca es vender con éxito los productos o servicios de una empresa. Para ello, debe combinar un conocimiento adecuado del sector con fuertes cualidades y competencias personales.

Para determinar si una promoción de ventas tiene éxito, hay que fijarse en los ingresos mensuales que genera para la empresa. El proceso de trabajo de este profesional es cíclico: descubrir consumidores que buscan o necesitan un determinado producto o servicio, formalizar la venta y generar beneficios. Por cierto, se cree que un promotor competente es capaz de vender un producto a alguien que no lo necesita.

Funciones

  • Determinar los objetivos a corto, medio y largo plazo para desarrollar técnicas de venta comercial que aumenten los ingresos.
  • Para construir de forma constante la base de consumidores, hay que encontrar nuevos clientes sin dejar de lado a los ya existentes.
  • El promotor debe conocer bien el producto o servicio que promociona. Este conocimiento será esencial para resolver cualquier duda del consumidor y ensalzar los méritos y beneficios del producto.
  • Es fundamental conocer a su competencia y el sector en el que opera. Esto informará al promotor de las tendencias más recientes de los usuarios en su campo, así como de lo que otras empresas están haciendo para atraer clientes. En una cultura consumista como la nuestra, un estudio eficaz de las mejores empresas del mercado es fundamental para evitar quedarse anticuado.


Inventario de una empresa

El inventario de una empresa es un registro de las cosas tangibles que tiene a la mano, ya sea para su procesamiento, venta, uso o cualquier otra razón que asegure la prestación de servicios a los clientes.

El control del inventario es un componente crítico del desarrollo tanto en las grandes como en las pequeñas empresas, así como del control de costos y de la rentabilidad en cualquier empresa hotelera o turística. Una mala gestión puede provocar el descontento de los consumidores por la no satisfacción de la demanda, así como problemas financieros que pueden llevar a la empresa a la quiebra.

Las materias primas, los productos en curso y terminados, los productos para la venta, los materiales y las piezas de recambio consumidos en la creación de productos manufacturados o utilizados en la prestación de servicios se incluyen en las existencias del inventario.


Inventarios periódicos

Este es el método más popular entre las microempresas, y supone el recuento físico de las existencias. Se utilizan métodos manuales o sistemas informáticos más sencillos. Este enfoque no proporciona a las organizaciones un acceso rápido al valor del inventario, ya que depende de la frecuencia de los recuentos. Pueden ser de carácter mensual, trimestral, semestral o anual. Esto indica que los datos del recuento no siempre serán correctos o estarán actualizados. Además, hay que tener en cuenta que el recuento físico de miles de mercancías es difícil y requiere mucho tiempo, por lo que las empresas sólo lo hacen una vez al año.

Inventarios permanentes

Todos los movimientos internos de entrada y salida de stock se registran constantemente en el sistema de inventario permanente. Esto permite determinar rápidamente el beneficio bruto de la empresa. Al menos una vez al año, es necesario realizar un recuento físico de los activos para garantizar que los datos coinciden con los registros contables. Además, en este sistema se requiere un mecanismo que permita incluir los costos de los productos, las entradas y salidas, la facturación, las compras y las ventas.